Perfiles Urbanos
Testigo y partícipe de nuestra historia

Alberto Vanden Panhuysen, 50 años de militancia y la certeza que sólo la política modifica la realidad

Alberto Vanden Panhuysen junto a su compañera Norma en la marcha del 24 de marzo "Nunca Más".
Vanden Panhuysen con sus hijas Cecilia, Patricia y Graciela.

Alberto Vanden Panhuysen nació en La Playosa, muy cerca de Pozo del Molle, en lo profundo del interior de Córdoba donde se multiplican tambos lecheros y fábricas de queso.

En 1968 vino de su pueblo a Córdoba a estudiar filosofía por qué quería ser cura y desde allí la política comenzó a apasionarlo hasta la actualidad y por su gran experiencia caminando la militancia hoy es el protagonista de Perfiles Urbanos NOVA.

Alberto expresó de manera memoriosa que "al poco tiempo de empezar a estudiar para ser sacerdote entre a la JOC, Juventud obrera católica" y comenzó "a militar desde la parroquia. Luego conocí a quien hasta el día de hoy sigue siendo mi compañera, Norma, con quién ya en 1971 nos casamos y empezamos a militar en la JP".

Aunque todavía existía una pseudo democracia algunos militantes ya eran perseguidos "Luego de conocernos nos mudamos a barrio Acosta dónde se escondían de la persecución peronistas como Vaca Narvaja. Otros compañeros pasaron por aquella casa que alquilamos".

Pero incluso un tiempo antes la convicción y compromiso social del protagonista de esta historia única fue puesto a prueba en difíciles circunstancias.

Alberto continuó su relato: "Yo participé del Cordobazo, cuando nos avisaron que los militares llegaban al centro de la capital junto a otros compañeros tomamos la posta policial de Bella Vista".

En el final de la década del 60 Córdoba se convertiría en la provincia pionera de los estallidos sociales y movimientos obreros estudiantiles que buscan en nuestro país afianzar los derechos humanos.

Pero la realidad por aquellos días cambiaría drásticamente luego del golpe de estado cuándo Alber, cómo le dicen sus amigos tuvo que tomar una complicada decisión: "En el 74 empezaron a perseguirnos luego de que atraparán al gobernador peronista Obregón Cano. Ahí la cuestión se puso fea y muy peligrosa" recordó.

Una de las páginas negras producto del terrorismo de estado en nuestro país fue la matanza de Ezeiza luego de la vuelta de Perón al país y el protagonista de esta historia política estuvo presente: "Nos teníamos que cuidar mucho, realmente daba miedo".

Al pasar experiencias como estas Alberto eligió otro camino "por fuertes discusiones internas en la juventud peronista decidí la militancia política y social sin toma de armas", expresó contundentemente.

El descendiente de inmigrantes belgas trabajó activamente en la política capitalina antes del Golpe de Estado "ayudé a escriturar viviendas a muchos trabajadores que en ése momento podían comprar un terreno y construir porque tenían el poder adquisitivo que hoy no existe, de alguna manera eran el motor de la economía. Con este trabajo logramos reglamentar una ley aprobada por el poder legislativo provincial".

Sin embargo, en 1976 sucedió lo que todos conocemos, los militares tomaron el poder y la realidad se transformó negativamente, Alberto comentó: "En el 77 volví a Pozo del Molle, nuestro pueblo, ya con Cecilia, mi primera hija y Patricia, la siguiente, de un mes; viajamos desde la capital porque era muy peligroso seguir en la allí".

Como bancario en aquel pasado oscuro el destino fue benévolo con Alberto "conseguí el traspaso como bancario a mí pueblo para poder escapar de la persecución y muerte que sufrieron otros compañeros".

Refugiado en la tranquilidad de sus tierras donde la persecución militar y política era prácticamente nula crío a sus hijas y al tiempo nació la más joven, Graciela, siempre con su inquebrantable compañera de lucha y vida, Norma.

En Pozo del Molle todos conocían su compromiso social y formó parte de una lista peronista como concejal: "Acepté el ofrecimiento del por entonces candidato intendente y fuí concejal por la oposición, cumplí el mandato y en 1987 con la híper inflación cuando terminé mi periodo como concejal me ofrecieron ser candidato a intendente. Me animé pero como siempre pasa en mis tierras netamente rojas perdí con el candidato radical".

Sin embargo la vidriera política fue importante y Alberto lo supo aprovechar: "Gracias a eso luego logré ser el encargado de prensa del bloque peronista del poder legislativo provincial".

Norma, su esposa también militaba, al respecto el protagonista de esta nueva historia de Perfiles Urbanos NOVA rememoró " Una vez fueron de campamento todas las mujeres de la JP, y siempre nos acordamos que nuestra primer hija Cecilia volvió negra por el bronceado. Norma también participó de la alfabetización de adultos en algunos barrios marginados de la capital cordobesa".

Durante la dictadura y sin olvidar nunca su refugio espiritual dentro de la iglesia Alberto logró militar políticamente desde la parroquia de su pueblo.

Junto a su familia y sus tres hijas deciden volver a la ciudad en 1993

Al consultarle sobre aquella tranquila crianza en el pueblo y el compromiso social presente Alberto recordó " Mis tres hijas agradecen esa tranquilidad del pueblo, ellas compartían la lucha. Cecilia trabajó en Cáritas, Patricia es asistente social y Graciela trabaja en el sindicato de televisión (Sat Said)". Claramente el compromiso social es parte de la genética familiar.

Sin dudas quedó grabado a fuego en la memoria de esta historia de vida apasionante protagonizada por Alberto un profundo recuerdo de aproximadamente 20 compañeros que desaparecieron por oponerse al régimen dictatorial y luchar por otra realidad, sin embargo, él incansable militante sostiene "a pesar del dolor seguía militando, con cautela, pero continuamos porque la unidad básica nos protegía". Estas organizaciones funcionaban como una especie de centro vecinal partidario.

Las huellas emocionales fueron parte de la entrevista e indudablemente su ferviente convicción interior lo sigue sosteniendo " No tengo secuelas, la política es la única capaz de modificar la realidad" afirmó conciso y con un absoluto poder de síntesis.

En la ciudad capital fue encargado de recursos de Cáritas y logró, por ejemplo, que Walmart diera el vuelto de la compra a la fundación. Muchas veces debía sentarse con empresarios e intentar convencerlos de la empatía solidaria que la sociedad necesitaba y sigue necesitando.

Desde hace muchos años el apasionado militante forma parte de la revista Tiempo Latinoamericano hasta hoy.

Ante la coyuntura política libertaria que vive el país es pregunta obligada para un experto de la política en tiempo militares las similitudes existentes entre aquel modelo político y económico y el actual, al respecto respondió " El autoritarismo de hoy es igual al militar, se deteriora la partidocracia en estos años, e incluso desde antes. De La Sota desarmó las unidades básicas y así el peronismo que estaba cerca del pueblo en Córdoba desapareció".

Luego de más de 50 años de militancia, cientos de marchas peleando por los derechos humanos y el compromiso intacto Alberto sentenció: "Sigo teniendo la misma motivación para militar, no estoy cruzado de brazos en casa ".

A modo de conclusión para dejarle un mensaje a las nuevas generaciones Alberto Vanden Panhuysen afirmó: "La falta de diálogo político en el seno familiar y laboral de las sociedades modernas dieron como resultado que hoy tengamos un presidente que ni siquiera parece ser un político".

Soñar con una realidad distinta y no hacer nada para lograrlo no está dentro de las opciones del protagonista de un nuevo clásico de los domingos en NOVA. Simplemente gracias, por demostrar ejemplos que motiven la lucha por una realidad mejor para todos los seres humanos.

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