Con la vicegobernadora, el cordobesismo decidió dirimir el escándalo "Kraisman" con transparencia
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La vicegobernadora Myriam Prunotto reconoce que hay 1.072 contratados. Tras un zarandeo administrativo, quizás aparezcan los “fantasmas”. De esta manera, la líder oficialista hace transparente la administración de recursos en la legislatura para terminar con la polémica.
Para poner en claro: el poder que debe crear y debatir las leyes que rigen a los cordobeses no tiene bien definido cuántas personas trabajan en su sede. Hay cuestiones que, sin importar las autoridades, se trasladan de gestión en gestión (desde Gustavo Kraisman) -capas de contratados que luego se convierten en empleados-.
Por eso, la vicegobernadora que es la jefa de la legislatura, ordenó auditar a cada uno de los empleados que alguna vez autorizó a cobrar un sueldo, ya sea que cumplan una función real, sean “ñoquis” o fantasmas.
Esta semana se envió a todos los “indocumentados” a realizarse los exámenes psicofísicos, tal como lo haría cualquier empresa privada.
“Aquellas personas que no se presenten y no firmen, no cobrarán su sueldo”, advirtieron desde la oficina de la vicegobernadora. Miriam Prunotto demuestra su autoridad y decisión para terminar un caso de corrupción de larga data como el comenzado por Gustavo Kraisman.
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