Gracias a la mala estrategia de Juntos por el Cambio, el cordobesismo sacó pecho en la Unicameral

Aunque en el pasado el poder legislativo de la provincia de Córdoba ya se había pronunciado en contra de las retenciones al sector productivo agropecuario, el peronismo local incentivó una sesión especial que de antemano contó con el espíritu opositor, negativo y nulo de análisis de Juntos por el Cambio, que le dio a Martín Llaryora y Juan Schiaretti.
Esto fue la oportunidad perfecta para poner el pie en el acelerador y volver a atacar en el plano local con fuerza a los libertarios, pero también escrachando con altura política a lo poco que queda del partido amarillo en la provincia.
“Una puesta en escena”, se escuchó de parte de Gregorio Hernández Maqueda y la juecista Nancy Almada al apuntar contra el PJ. El mileísta dijo que la sesión fue “nula e inocua” bajo su lógica reglamentarista. “Votar en contra de la farsa montada por el llaryorismo hoy en la Legislatura”, afirmó el liberal.
Claro está, la mentalidad de los políticos del partido violeta es bastante incompetente, incluso cuando maniobras 100 por ciento políticas se ponen sobre la mesa de la estrategia y pierden solos por su discurso, a veces hasta antipolítico.
Fueron 32 legisladores del arco opositor —en su mayoría de JxC— quienes rechazaron la declaración que adoptó la Legislatura por mantener su dictamen en disidencia, dejándosela servida al PJ.
Aunque, hacia afuera, el peronismo impuso su jugada y el alineamiento de Cambiemos quedó entrampado al votar en contra del dictamen de mayoría que adoptó el cuerpo como expresión de la Unicameral, que se resumió en una frase: “No a las retenciones”.
Esto ocurre cuando la oposición solo es oposición con el fin de oponerse, hasta quedarse encerrada en lo declarado, aunque en muchos casos los ediles defiendan sectores del interior productivo/campesino de la provincia.
En esa discusión parlamentaria, algunos astutos alfiles del gobernador se manejan como pez en el agua en comparación con los "libertarios" e integrantes del casi extinto Juntos por el Cambio.
Dato mata relato… “Votaron contra nuestros productores”, le enrostra el jefe del bloque oficialista, Miguel Siciliano, al interbloque de Juntos por el Cambio, cuyas principales bancadas se referencian en Rodrigo de Loredo y Luis Juez.
Y aquí se evidencia otro panorama de la estrategia política en suelo mediterráneo, ya que el líder del Frente Cívico en su tierra parece manejarse más con pertenencia amarilla que libertaria, y eso marca una fuerte diferencia con el panorama legislativo nacional, donde Mauricio Macri ya le soltó el brazo al presidente y Luis Juez ha declarado en más de una oportunidad en contra del expresidente y sus asesores.
“Votaron a favor de Milei y en contra del campo”, fue la categórica afirmación de Miguel Siciliano. “Así votó la UCR y el Frente Cívico a la solicitud de eliminar las retenciones a los productores agropecuarios en la Legislatura”, machacó el oficialista, al exhibir una foto del tablero electrónico con los votos rojos que significan en contra en sus redes sociales.
Y cuando de política se trata, la foto es la firma y sello del resultado, ganadores y perdedores, aunque luego el discurso y el relato puedan tergiversar la historia como quieran y busquen según los intereses que defiendan.
Por su parte, Leonardo Limia, desde el oficialismo, acusó a Luis Juez de pasar de ser “hincha” de Kirchner a ser “hincha” de Milei, cargó contra las retenciones clasificándolas como “un verdadero atentado al federalismo fiscal (ya que) el equilibrio fiscal del modelo económico de Javier Milei se logra a costa de un ajuste brutal sobre el agro, las provincias, los municipios y un mayor endeudamiento”, y cerró destacando el “Modelo Córdoba”, apuntando que el Gobierno Provincial puede “demostrar con resultados una administración eficiente que no descuidó la inversión social ni postergó la justicia social”.
Y, como no podía ser de otra manera, desde el Centro Cívico se bajó el mensaje al poder legislativo provincial para destacar el actuar conjunto de Martín Llaryora con Maximiliano Pullaro y Rogelio Frigerio, sus pares de la Región Centro, en la presión que juntos ejercieron sobre la Casa Rosada para conseguir la suspensión de las retenciones agropecuarias y la eliminación de los derechos de exportación a las economías regionales; y acusó a todo el arco opositor de defeccionar en la defensa de los intereses.
La rosca política es el pan de cada día y, más allá de ganadores y perdedores, el gobernador y sus principales asesores y funcionarios están demostrando manejarse mejor en estas turbulentas aguas que la dividida y cada vez más débil oposición cordobesa.