Igual que con la Universidad, otra vez Rodrigo De Loredo: no dio quórum para discapacidad y jubilaciones
“Van a volar sillas, esto termina mal”. La frase la lanzó uno de los radicales con más peso dentro del partido en Córdoba y apunta al enojo de otros correligionarios por la decisión de Rodrigo de Loredo y el resto del bloque de la UCR en Diputados, por no dar quórum este miércoles en Diputados.
Sin empatía social ni tacto político, el libertario disfrazado de radical sigue cavando su propia tumba si de aspiraciones más elevadas electoralmente se trata. Gobernación e Intendencia son un sueño imposible para el hombre más bastardeado del corazón del país.
El arrastre en la votación de "el panqueque cordobés" desató la ira de otros radicales cordobeses, que también apuntaron sus dardos a las otras dos coterráneas: Gabriela Brouwer de Koning y Soledad Carrizo. El radicalismo del interior sigue teniendo su peso y cada vez se distancia más de la línea dirigencial partidaria.
“No va a pasar nada, no hay ninguna posibilidad de interna porque a estos les calentó todo un carajo”, razonó una fuente que, no sólo cargó las tintas en contra de De Loredo, sino también en el presidente del partido, Marcos Ferrer, por su viaje a Italia en este contexto.
Claramente, De Loredo está obligado a seguir la línea cuál soldadito incompetente y nulo de cintura política de los libertarios en el armado electoral legislativo y sus exigencias, y falta de independencia se diferencia de Luis Juez, que no mide bien en las encuestas pero su experiencia en la pantomima política lo avala.
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