Esta semana los jurados en la Cámara 7a del Crimen, que condenen a la enfermera Brenda Agüero a la pena de prisión perpetua por considerarla responsable de cinco homicidios y ocho tentativas de homicidios de recién nacidos.

Pero como no podía ser de otra manera médicos y funcionarios públicos también sufrieron sentencias que fueron motivo de lucha de las familias perjudicadas emocional y psíquicamente de una manera casi insuperable para cualquier ser humano.

Liliana Asís (ex directora, actualmente con prisión preventiva). Por omisión de los deberes de funcionario público y encubrimiento doblemente agravado, cuatro años de prisión e inhabilitación.

Alejandro Escudero Salama (abogado y ex director administrativo). Por omisión de los deberes de funcionario público y encubrimiento doblemente calificado, cuatro años de prisión e inhabilitación.

Adriana Moralez (ex jefa de Seguridad del Paciente). Por omisión de los deberes de funcionario público y encubrimiento doblemente calificado, tres años de prisión condicional e inhabilitación.

María Luján (médica, firmó certificado de defunción) Modificaron la calificación de falsedad ideológica a omisión de los deberes de funcionario público, un año de inhabilitación y el máximo de la multa.

La atención en los momentos de la lectura esta sentencias y las reacciones de los acusados presentes en la sala fue estremecedora.

Claudia Ringelgheim (ex vicedirectora) Por omisión de los deberes de funcionario público, un año de inhabilitación y el máximo de la multa.

Alicia Ariza (ex jefa del Servicio de Enfermería). Por omisión de los deberes de funcionario público, un año de inhabilitación y el máximo de la multa.

Uno de los momentos que más ansiedad generó en la sala e incluso en muchas personas importantes como la cúpula actual del hospital neonatal y los máximos dirigentes de la provincia fue el del ex ministro de salud.

Diego Cardozo por encubrimiento doblemente calificado, tres años de prisión condicional.

Pablo Carvajal (ex secretario). Por encubrimiento doblemente calificado, tres años de prisión condicional.

Alejandro Gauto (ex jefe de Legales). Por encubrimiento doblemente calificado, tres años de prisión condicional e inhabilitación por el mismo tiempo.

El fiscal Sergio Ruiz Moreno realizó el alegato e hizo pública las comunicaciones entre quienes manejaban el hospital y los encargados de la cartera de salud en un momento clave entre los casos ocurridos que fue fundamental para la sentencias.

Desde el 18 de marzo hasta el 1 de mayo, y después de esa fecha hasta el 7 de junio cuando se produjeron cuatro ataques en simultáneo.

El 1 de mayo se da un quiebre. Hasta ese momento se pensó que las descompensaciones de los niños podían ser producto de efectos adversos de la vitamina K, luego de insectos; pero ese día en que se abren colchones y no encuentran nada cambian las cosas, sin embargo durante el proceso el fiscal consideró que hasta entonces hubo una actividad de búsqueda de explicaciones a las desmejoras y los pinchazos o manchas de sangre en la ropita de los bebés.

Luego, hay una actitud de “ocultamiento” que consistió en manejar la situación puertas adentro, sin que trascendiera, pero pensando en una acción dolosa, criminal.

Según palabras utilizadas durante el alegato de la máxima autoridad judicial en aquel momento del proceso un “ hubo un loquito suelto “ y se descubrió que se rompió con el protocolo pandémico del momento y permitieron dejar entrar a los familiares del binomio mamá-bebé.

Ruiz Moreno también se refirió a la reunión entre el fiscal Guillermo González, el abogado Escudero Salama y el forense David Dib, el 16 de mayo, cuando ya circulaba la versión de presuntos ataques por los pinchazos asociados a descompensaciones sin explicación médica. “¿Cómo se explica que una persona tan comprometida en derechos humanos no hiciera nada?”.

Si bien el entonces ministro Cardozo dio la orden de investigar, Ruiz Moreno ponderó que tomaron medidas que no se condicen con lo que debieron hacer frente a la gravedad de los hechos.

Más allá de cualquier conjetura política y sospecha el juicio originó una muestra clara y concreta que es ineludible.

El 7 de junio, cuando se aparta a la enfermera Agüero de su puesto, no regresó más y no ocurrieron más ataques y descompensaciones de bebés.