Un "gatito mimoso" domado por la docta y el pueblo argentino
Más de un millón de personas se movilizaron por las calles de nuestro país en contra del veto que ratificó horas después de la marcha el necio y anti progresista presidente Javier Milei.
Mientras la cámara de diputados ya avanza para blindar ese veto y demostrarle que el poder legislativo sigue siendo su palo en la rueda y tiene más peso que nunca en Córdoba todo el arco político se demostró a favor de la multitud y la educación universitaria pública, laica y gratuita.
Al reclamo de las universidades, que cosechó un enorme respaldo en la calle, con una movilización comparable a aquella que sufrió el expresidente Mauricio Macri en 2018.
Para la Universidad Nacional de Córdoba el número de manifestantes aproximado fue de 100,000 personas, las imágenes panorámicas por drones no dejan ninguna duda, en la ciudad de estudiantes y doctores el apoyo electoral que supo tener hace un año el presidente libertario comienza a desmoronarse.
El veto a la Ley de Financiamiento Universitario no será bien visto. O no, al menos, por una porción muy mayoritaria del arco político, de los gremios, de las organizaciones sociales, y miles de estudiantes que ven en la educación pública el único vector de ascenso social al que pueden apostar en busca de un mejor futuro, en un país en el que la pobreza ya alcanza a más de la mitad de la población.
Desde el cordobesismo, tanto Juan Schiaretti como Martín Llaryora hablaron de la educación pública como “el pilar que facilita la movilidad social ascendente” y el “baluarte que garantiza mayor igualdad e inclusión”.
Mientras tanto le pusieron el cuerpo a la manifestación piezas importantes del peronismo cordobés como Ignacio García Arezca, Miguel Siciliano, Victoria Flores, Rodrigo Fernández, Héctor Campana y Juan Domingo Viola. Natalia de la Sota también estuvo, pero eligió marchar por separado, junto a autoridades de la Universidad y Adiuc, que sigue siendo la rebelde y es un tema aparte en la interna.
El radicalismo también acompaña aunque Rodrigo de Loredo ya se quemó con la leche de esa vaca y no quiere volver a llorar entonces solo lo hizo por las redes, el que quedó más pegado aún al modelo político y de ajuste económico del presidente es Luis Picat, a quien no le dio la cara ni para expresarse por sus redes sociales.
La izquierda y el kirchnerismo se sumaron de lleno a la columna de manifestantes que se hizo gigante entre estudiantes, gremios, ONG y distintos movimientos sociales.
Lo más preocupante para la cúpula libertaria si es que algo de lo que sufre el pueblo realmente les interesa es que no hubo ni una bandera en la marcha universitaria realizada en Córdoba de su partido.
Y no parece haber un gran sentido de la oportunidad en un oficialismo que pudo haber vetado la ley desde que fue sancionada, a mediados de agosto, y que en lugar de eso esperó a que se articulara una masiva manifestación en su favor para vetarla. Es difícil que quienes marcharon por un mayor financiamiento para las universidades vean en ese gesto algo distinto a una provocación.
Difícilmente el presidente pueda seguir metiendo el dedo en la llaga en un tema tan sensible y transversal para las masas como la educación pública universitaria y así lo demuestra la postura del cordobés más cercano a Javier Milei.
Luis Juez tras el veto de Milei a la ley de Financiamiento universitario declaró "Es un error darle la espalda a la educación pública en Argentina".
El mismo que cena todos los meses con el presidente y su hermana y tiene permitida la entrada a la oficina de Guillermo Francos, ministro del Interior siempre. "Conmigo no cuenten. No voy a hacer nada para destrozar la educación pública", aseguró el senador nacional por Córdoba, al igual que Alejandra Vigo y despegándose de la tercera senadora cordobesa, Carmen Rivero.
"Intentar confundir el reclamo universitario con los impresentables que se fueron a colgar de la marcha es no entender la historia de la Argentina. Yo no sería abogado si no fuera por la universidad pública, después podemos discutir todo lo demás", sostuvo el político cordobés.
"Yo quiero ayudar al Presidente desde lo que yo creo que es la verdad. Y es un error. ¿Querés auditarlos? ¿Querés investigar sus cuentas? ¿Querés destrozar los negocios que armó el kirchnerismo con las universidades en algunos lugares? Metele para adelante. Ahora la universidad pública ha sido una de las banderas más importantes que ha tenido la Argentina" cerró Luis Juez.
Los sueldos de los docentes universitarios argentinos son los más bajos de América Latina. Un estudio comparó sus sueldos con los equivalentes de otros países de la región. Argentina terminó "cola" entre once naciones.
Según el informe “Emergencia salarial de los trabajadores universitarios”, más del 85 por ciento de los docentes universitarios argentinos cobra emolumentos por debajo de la línea de pobreza, al igual que ocurre con el 60 por ciento de los puestos de no docentes.
Según este índice comparativo, un docente titular —con dedicación exclusiva— gana en nuestro país 1124 dólares al mes. En Brasil, su par gana 4231 dólares. En el medio de estos extremos hay una decena de naciones que pagan más que Argentina, incluyendo Uruguay, México, Perú. El puesto 10 lo ocupa Colombia, con sueldos de 1703 dólares mensuales para esa categoría.