Judiciales y Policiales
Justicia en tiempos adversos

VIDEO | Terrorismo de estado: condenaron en Córdoba a 18 años de prisión al represor Ernesto "Nabo" Barreiro

El represor Ernesto “Nabo” Barreiro fue sentenciado a 18 años de prisión por el secuestro y tormentos agravados contra Carlos y Luis Civili en 1978.

El represor Ernesto Guillermo “Nabo” Barreiro, ya condenado en otras causas, fue sentenciado este lunes a 18 años de prisión por el secuestro e imposición de tormentos agravados en prejuicio de Carlos Alberto Civili y Luis Roberto Civili (ya fallecido). Los delitos ocurrieron a fines de agosto de 1978, y ambas víctimas estuvieron en cautiverio en centros clandestinos de detención hasta septiembre de ese mismo año.

La decisión judicial, aunque lenta por la defunción y tardía también para el represor es un paso más en medio de un contexto cultural antagónico hacia la memoria, verdad y justicia.

Con los libertarios o con cualquiera él Nunca Más se respeta.

Los auxiliares fiscales Facundo Trotta y María Laura Bazo Queirolo habían solicitado al Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°3 de Córdoba una pena de 18 años de prisión para el excapitán del Destacamento 141 de Inteligencia como presunto autor mediato intermedio de la privación ilegítima de la libertad agravada y la imposición de tormentos agravados, en concurso real, en perjuicio de dos víctimas.

Y expresaron al respecto de manera pública

“Muy buen fallo. Todo como lo pedimos”, dijo Trotta al finalizar el juicio marcando la tranquilidad del proceso judicial.

Se trata del primer juicio de lesa humanidad que se realiza desde el 12 de mayo último ante este tribunal, que estuvo integrado por los jueces Facundo Zapiola, María Cristina Giordano y María Noel Costa.

Según la investigación del Ministerio Público Fiscal (MPF) en agosto de 1978, integrantes del Tercer Cuerpo de Ejército que aún no pudieron ser identificados, privaron ilegítimamente de la libertad a Carlos Alberto y Luis Roberto Civili, en cercanías del III Cuerpo de Ejército.

Las víctimas habían viajado desde Tucumán -donde residían- y se encontraban allí porque habían ido a presenciar el "salto de bautismo" de su hermano Jaime Darío Civili, quien cumplía con el servicio militar obligatorio en el Regimiento 14 Aerotransportada.

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