- Como dije en otra oportunidad, para el 2026 tenemos un álbum guardado, terminado y listo para publicar que será el Volumen 2 de “Farewells and Nostalgia”.

Una obra de alta calidad producida junto a Rial Producciones de Argentina. Pero durante los próximos meses y casi todo el año 2026 estamos trabajando lentamente en un álbum que reunirá muchas piezas que me pertenecen y que nunca había grabado.

En ese trabajo, tal vez mis viejos amigos se emocionarán con canciones que solía cantar en mi adolescencia.

- ¿Tú crees que aún tienen vigencia?

- Las canciones son solamente eso: “Canciones”. Todo depende del arreglo que se componga y la intención al cantarla.

Si escuchamos “El Reloj” por Lucho Gatica grabado en los años 50 y la versión de Luis Miguel de los 90 nos encontraremos con la misma pieza totalmente diferente comparando ambas versiones, ambas igualmente magníficas.

- ¿Y qué opinas de las tendencias actuales?

- No hay tendencias o bien no creo en ellas pues, en mi concepto, son una ilusión creada por los monopolios de comunicación. Lo más difícil que hay en la vida es ser libre.

Las masas no lo son. Míralas como salen vestidas a la calle, como se cortan el cabello, como se tatúan sus cuerpos. Son imitaciones a través de las cuales desean participar de un mundo que se les vende. Intentos de parecerse a los modelos impuestos.

- ¿No te parece descalificante lo que dices?

- No me interesa lo que pueda parecer. Estoy en un momento de mi vida para decir lo que pienso sin temores de ningún tipo.

Lo he pensado siempre y mi camino es una muestra cabal de haber sido un hombre que nunca se sujetó a modas ni designios de terceros.

Mucho menos a los de corporaciones a quienes sólo les interesa ganar dinero y mostrar el éxito económico como única meta.

- ¿También tienes éste tipo de pensamiento sobre la cuestión política?

- Así es. Los políticos de toda laya solamente cambian sus vidas. Prometen, se enriquecen y utilizan a los pueblos que una y otra vez caen en la misma trampa, Y es algo universal.

A pesar de todo en muchas partes hay heroísmo, creatividad y talento. Yo sólo me refiero a lo comercial, a aquéllo que vemos a diario en los medios, en la calle y que nos quieren vender.

- ¿Qué mundo imaginas tú?

- No imagino nada. Solamente relato intenciones que mueven mi vida. No pretendo imponer nada a nadie. Me considero afortunado y quiero transmitir a los jóvenes mis experiencias.

Que se decidan a ser originales, a ser ellos mismos y rebelarse contra la masificación. Ya sabemos, como dijo Enrique Santos Discépolo que “ luchar contra la gente es infernal”; es como tratar de teñir el mar con un frasco de tinta, pero hay que intentarlo cada día.

Pongamos un ejemplo: la gente suele ser muy religiosa y si hablamos de los cristianos la mayoría no “aprehende” el mensaje de Jesús. Él desafió a un Imperio, perdió su vida en esa tarea.

Después lo convirtieron en Deidad. Pero ese es otro asunto. El mensaje más fuerte de Jesús es el haberse animado a decir sus verdades contra toda la corriente de opinión de su época. Si aplicamos ésta reflexión al arte tendremos delante nuestra la inmensa tarea de ser personales y provocadores. El arte debe ser inquietante y conmovedor.

- ¿Cómo identificas a tus seguidores?

- Es un renglón de público que atraviesa diferentes franjas etarias. Va desde jóvenes muy románticos que, seguramente, se guardan para sí mismos sus gustos porque no suelen ser compartidos por aquellos de su edad, hasta personas adultas más libres en su capacidad de elección.

De todas maneras, siempre afirmo que se trata de un público minoritario.

- ¿Qué tan minoritario es éste público?

- Lo es en la medida en que se lo compara con las grandes masas que acompañan los mega-fenómenos masivos.

Tribeca New York Music califica mi Mercado como al de la música clásica, los antiguos crooners o cantantes que hoy casi no existen y de quienes nos han quedado nada más que sus registros sonoros o algún vídeo perdido en Youtube.

Dentro de esa característica podemos decir que estamos satisfechos. Desde el comienzo de mi contrato con Tribeca New York Music nos quedó claro que trabajábamos para crear un catálogo de buena calidad.

Dicho material tal vez será importante en el futuro. Yo soy sólo un pasajero en la vida y hago mi tarea con convicción.

El hombre no puede vencer al tiempo. La organización quizás sí pueda hacerlo. No puedo mirar hacia atrás. La tarea de guardar lo realizado no me pertenece.

Lo que hacemos, finalmente, es una botella arrojada al mar. Será una curiosidad para quien la encuentre.

INTERVIEW IN ENGLISH

- What do you have in store for the public for the rest of 2025 and 2026?

- As I mentioned previously, we have an album ready to release in 2026, which will be the second volume of Farewells and Nostalgia. It is a high-quality piece of work, produced in collaboration with Rial Producciones from Argentina.

However, over the next few months and into 2026, we will be working on an album that will feature many pieces that I have never recorded before.

Perhaps my old friends will be moved by songs I used to sing in my teens.

- Do you think they are still relevant?

- Songs are just that: Songs. It all depends on the arrangement and the intention behind singing them.

Take 'El Reloj' by Lucho Gatica, for example. It was recorded in the 1950s, and Luis Miguel released his version in the 1990s. They are the same piece, but the two versions are totally different. Both are magnificent.

- And what do you think of current trends?

- There are no trends, or rather, I don't believe in them because, in my opinion, they are an illusion created by media monopolies.

The hardest thing in life is to be free. The masses are not free. Look at how they dress when they go out, how they cut their hair, how they tattoo their bodies.

They are imitations through which they wish to participate in a world that is sold to them. Attempts to resemble the imposed models.

- 'Don't you think what you're saying is disparaging?'

- 'I don't care what it may seem like. I am at a point in my life where I can speak my mind without fear.

I have always thought this way, and my life's journey is clear evidence that I have never been swayed by trends or the designs of others. Much less those of corporations who are only interested in making money and presenting economic success as their sole goal.'

- Do you think about political issues in the same way?

- Yes. All politicians only change their own lives. They make promises, enrich themselves, and exploit the people who repeatedly fall into the same trap. And it's universal.

Despite everything, heroism, creativity and talent exist in many places. I'm only referring to the commercial side of things: what we see in the media and on the street every day, and what they want to sell us.

- What world do you imagine?

- I don't imagine anything. I only recount the intentions that drive my life. I don't try to impose my views on anyone.

I consider myself fortunate, and I want to share my experiences with young people.

I want them to be themselves, to be original and to rebel against mass culture.

As Enrique Santos Discépolo said, 'fighting against people is hellish'; it's like trying to dye the sea with a bottle of ink.

But we must try every day.

Let's take an example: People tend to be religious, and most Christians do not understand the message of Jesus. He challenged an empire and lost his life in the process. Then they turned him into a deity. But that is another matter. Jesus's strongest message was that he dared to speak his truth against the prevailing opinion of his time.

If we apply this to art, we are faced with the immense task of being both personal and provocative. Art must be both disturbing and moving.

- How do you identify your followers?

- They span different age groups. They range from young, romantic people who probably keep their tastes to themselves because they are not usually shared by their peers, to adults who are freer in their choices. In any case, I always say that it is a minority audience.

- How small is this audience?

- It is small when compared to the large masses that follow massive mega-phenomena.

Tribeca New York Music describes my market as being like that of classical music, the old crooners or singers who hardly exist today and of whom we have nothing left but their recordings or some lost video on YouTube.

Within that context, we can say that we are satisfied. From the beginning of my contract with Tribeca New York Music, it was clear to us that we were working to create a high-quality catalogue. This material may be important in the future.

I am just a passenger in life and I do my job with conviction. Man cannot defeat time. The organisation may be able to do so.

I cannot look back. The task of preserving what has been done does not belong to me.  What we do, ultimately, is like a bottle thrown into the sea. It will be a curiosity for whoever finds it.